Desde el Parque Nacional Serra Da Bocaína, reserva de la Biosfera de la Mata Atlántica, sur-oeste del estado de Río de Janeiro, Brasil.
Paraty es
una ciudad histórica del siglo XVII: refleja en sus piedras y en sus paredes de
barro el esplendor de la época del oro. El trabajo de cientos de esclavos, traídos
en navíos europeos, fundó en 1667 este puerto, desde donde el oro salía hacia
otros destinos.

Los portugueses, comerciantes del oro, del café, productores de agua ardiente (cachaça), levantaron grandes y altas casonas coloniales, las cuales pueden apreciarse hoy restauradas. Fachadas con imponentes puertas y ventanas, predominantemente blancas, edificaron el Centro Histórico, sobre callecitas de piedras, por las cuales sólo los peatones pueden transitar. Las viejas casonas pasaron a ser atelieres de pintores y artistas, que han encontrado en este lugar un escenario único para desenvolver su arte.

Desde 1958 Paraty es Patrimonio Histórico Nacional, lo que ayudó a preservar su historia y a convertirla en uno de los destinos turísticos más visitados de Brasil; además de arte, historia, biodiversidad y cultura, posee una amplia y diversa oferta gastronómica y hotelera.
Cuando los
barcos comerciantes del siglo XVII llegaban con esclavos, especias, moda
europea e importaciones de lujo, veían la sorprendente Bahía de Paraty: sus
aguas claras, las innumerables playas
e islas, y de fondo en tono verde intenso un bosque tropical, la Mata Atlántica.
e islas, y de fondo en tono verde intenso un bosque tropical, la Mata Atlántica.
Allí se
encontraron con los indios guaraníes; de alguna forma comenzaron a convivir con
ellos y a construir la ciudad, que luego sería el segundo puerto más importante
del país. De esta forma, convivieron cuatro culturas: indios, negros, caiçaras
(pescadores que viven en el litoral) y europeos.
También construyeron, sobre un camino indio, la ruta que unió Paraty con la región de Sao Paulo, y de ahí con Minas Gerais, enlazando así tres estados, y formando lo que actualmente es denominado “Ruta del Oro” o “Estrada Real”. Oro y piedras preciosas extraídas de la región minera llegaban al puerto de Paraty y eran embarcadas a Portugal; por aquí también bajaba el café del Valle de Paraíba, y los aventureros. Esta ruta comercial fue la que dotó de importancia al puerto y dio a los portugueses muchísimas riquezas.
La época de oro
llegó a su fin, el camino cerró. Durante cincuenta años Paraty vivió el
aislamiento. Recién en 1950 se abrió una carretera que aprovecha un trecho del
antiguo camino del oro. Esto trajo una decadencia comercial que por otro lado permitió
la conservación de sus edificaciones coloniales, sus calles de piedras, su
cultura y tradición, que hoy son sus principales atractivos turísticos.
A esto se suma la exuberante Mata Atlántica, un bosque tropical presente en el litoral brasilero, desde Río Grande do Norte a Río Grande do Sur, se extiende al este de Paraguay y al nordeste de Argentina y abriga una de las más grandes biodiversidades del planeta. La segunda selva tropical más grande después de la Amazonía.
Parque Nacional
Serra da Bocaína es una reserva ecológica de la Biósfera, escenario sobre el
cual se erige la ciudad, con sus cascadas de agua cristalina y sus senderos de
naturaleza privilegiada. También cuenta con la Bahía de Paraty con alrededor de
65 islas, innumerables playas y exóticas especies de flora y fauna.


A pocos kilómetros del centro histórico se encuentra Paraty Mirim,
mirim es pequeño en guaraní. Dicen que aquí fue fundado inicialmente Paraty,
yace una pequeña iglesia, que sería la primera edificación de los colonos. Aquí
el turista puede embarcarse a la Bahía vecina, del Saco de Mamangúa o Pozo da
Cachaíba, lugares de una belleza magnífica, preservada, exclusivos por su
lejanía, sólo se llega de velero o en barco de pescadores. También hay senderos casi intransitados.
En 1972 apareció
la primera carretera asfaltada que comunicó Paraty con Río de Janeiro al norte y
con Santos al sur. El turismo no tardó en aparecer: cariocas, paulistas, franceses,
alemanes, americanos y argentinos son los visitantes más comunes, también se
ven chilenos, italianos y portugueses.
La lluvia es un
visitante más y sorprende bien seguido, pero esto no es inconveniente para los
turistas que disfrutan de un clima cálido tropical. En Paraty no hay cómo
aburrirse, las ofertas son variadas y para todos los gustos, jóvenes y
adultos.
Siguiendo las
calles de piedra aparecen tiendas de artesanía, moda y diseño; atelieres de
artistas plásticos modernos, innovadores; alrededor de 350 restaurantes y 400
posadas, con capacidad para quince mil turistas. Además de admirables
construcciones antiguas.
Según la Secretaría de Turismo de Paraty, 700 mil turistas aproximadamente visitan la ciudad cada año, atraídos por sus playas, naturaleza e historia. Diferentes eventos llenan la ciudad de visitantes, los más importantes son Carnaval, Año Nuevo, Festival Internacional de Literatura (www.fl ip.org.br) y Fiesta de la Pinga (cachaça).
Según la Secretaría de Turismo de Paraty, 700 mil turistas aproximadamente visitan la ciudad cada año, atraídos por sus playas, naturaleza e historia. Diferentes eventos llenan la ciudad de visitantes, los más importantes son Carnaval, Año Nuevo, Festival Internacional de Literatura (www.fl ip.org.br) y Fiesta de la Pinga (cachaça).
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